martes, 29 de junio de 2010

Despertar


Abrir los ojos congelados a la nueva realidad que espera. Observar con horror el fin de la propia inocencia. Contemplar las múltiples máscaras que se habrán de utilizar a lo largo de una nueva andanza en el mundo.

Descubrir, entre otras cosas, que ser uno mismo no sirve de nada. Que en realidad no existe ese término. Solo máscaras. Máscaras y más máscaras tras las que esconderse. Máscaras que hay que aprender a utilizar.

Atisbar la cruel idea de que los cuentos de hadas no existen. Caer en la cuenta de que el corazón es un órgano inútil, solo rentable en la tierna y despreocupada infancia. Decidir arrancárselo y arrancarse las emociones que él puede proporcionar. Convertirse en frío autómata. Negarse el placer de los dulces sentimientos, pero también el sufrimiento de los crueles finales.

Salir del confort de la hibernación, dejar la dulce coraza helada de la inactividad y enfrentarse a la lucha fraticida del mundo. Ser autodidacta, abandonar los falsos manuales y aprender que el avance solo es posible a base de luchas y obstáculos.

En eso consiste el Despertar. Pero yo... yo quiero dormir para siempre.

miércoles, 23 de junio de 2010

Casualidades de la vida

Ahora lo entiendo todo.
En fín, voy a fumarme un cigarro.

domingo, 20 de junio de 2010

"Speed Nosequé"

La mujer dio otra calada a su cigarro mientras caminaba con la mirada perdida entre niños descalzos y chatarra mojada por la lluvia, sin hacer el más mínimo caso a su interlocutor, que gesticulaba con vehemencia y voz chillona.

-Habrase visto semejantes cínicos hijos de puta... Ahora, ¡ahora que nos necesitan es cuando nos prestan su ayuda! ¿Pero sabes qué? Que se jodan. Ya no los necesitamos.

Asintió distraída buceando entre sus pensamientos. En ellos revoloteaba una melodía pegadiza que no se separaba de ella pero tampoco quería emerger del todo. Una melodía tímida, escurridiza, de las que solo enseñan unos pocos acordes antes de volver a desaparecer. Pero cuánto le jodían aquellas melodías.

-Si no tuviesen el cráneo lleno de todos sus millones, quizás habrían podido adivinar que si después de tanto tiempo los suburbios siguen ahí es porque han sabido defenderse solitos.

Unas quintas aquí, un punteo allá, grito desgarrado, cambio de ritmo en la batería. Pa, tu'pá.

-...y ahora que tenemos algo que les interesa, nos toca a nosotros darles de comer mierda.

"Speed..." ¿"Speed..." qué?

-¡Banshee!

La mujer sacudió frustrada la cabeza y miró a su colega.

-No me estás haciendo caso.
-Ayer pusieron una canción nueva en el bar y no consigo recordarla.
-Bueno, pues si tan poco te interesa lo que te estoy contando igual puedo ayudarte, pero al menos dímelo, joder.

Torcieron una esquina y entraron en la barriada principal, compuesta por chabolas de hojalata a punto de caerse, amontonadas a ambos lados de la ancha carretera, y un autobús sin ventanas a modo de bar, donde un grupo de hombres cercanos a la vejez discutían sobre asuntos banales y no tan banales. Al fondo solo se veía el horizonte.

-El estribillo no paraba de repetir una y otra vez "Speed Nosequé".
-¿Speed King, de Deep Purple?
-No, no, joder. La canción era más o menos así.

La mujer abrió la boca y modificó los canales de aire de su garganta. Cerró unos pocos, expandió otros tantos, abrió cientos más. Miles de pequeñas filigranas formando una suerte de invisible hormiguero, un entramado similar al de una tela de araña. Dejó que el aire saliese de sus pulmones y con él una marabunta de voces, guitarras eléctricas y timbales. La canción entera tomó forma como salida de un radiocasette. Después calló.

Su interlocutor se llevó una mano a la barbilla.

-Pues no, ahora no caigo.

(Trasfondo e idea conceptual cedida por: http://graznidosdecuervo.blogspot.com/ )

viernes, 18 de junio de 2010

Arcadas

Vuelves a abandonarme, como siempre, cuando más te necesito.

Y lo peor de todo es que me habrás dejado por cualquier choni barriobajera. Porque claro, es más fácil supervisar la copia de poemas de Bécquer cuyo único significado es la consecución de un polvo con "el Johnny" o "la Jenny", que dar a luz a la creación de otros nuevos cosecha propia con razones de ser más profundas. Pero, por supuesto, sabes que te necesito, que sin tí dejo de ser Midas, que pierdo mi poder, se me acumula la roña y me ahogo. Es como tener arcadas y no poder vomitar. Y claro, como lo sabes, te vas y vuelves cuando quieres, con total libertad. Porque tienes la seguridad de que estaré aquí esperándote con los brazos abiertos, siempre, pase lo que pase.

Definitivamente, las musas sois todas unas zorras.

sábado, 12 de junio de 2010

Caza

¿Quieres que sigamos bailando? Muy bien, pues seguiremos bailando.

Dejaré que creas que tú llevas las riendas, que lo tienes todo bajo control. Dejaré que pienses que el baile es tuyo, que sucumbí a tu hechizo. Mientras tanto, yo iré conduciéndote, poco a poco y sin que te des cuenta, a las fauces de la bestia. Consumiré tus fuerzas de la misma manera en que se consume este cigarro en mis labios. Muy pronto no quedará de tí mas que humo y cenizas. Tus plumas de pavo real pronto lucirán en mis cabellos como un trofeo más.

Bienvenido, querido mío, a la gran mascarada del mundo.

jueves, 10 de junio de 2010

Bienvenidos a la gran mascarada del mundo


Puede que me consideres una Don Nadie. Puede que creas que el arte efímero y vulgar del que alardeo no tiene cabida en un mundo como este. Es posible que llegue a darte miedo, que te preguntes qué clase de mierda tengo dentro de mí para conseguir escribir lo que escribo, asesinar de manera tan pulcra, tan elegante, tan... sutil la certeza de gente como tú en la belleza del mundo, en la bondad de las personas, en la perfección de la Creación Divina.

Pues bien, al menos algo de lo que piensas es cierto. Estoy llena de mierda. Tengo una inmensa, abrumadora y demoledora bola de mierda dentro de mí que tapa y aniquila todo lo maravilloso que una vez existió en mi ser. La Princesa de mirada cautivadora, la Soñadora, la Niña de ojos brillantes, murió aplastada por una enorme montaña de excrementos.

¿Y sabes qué es lo más terrorífico? Que al contrario de lo que tú y otra gente como tú piensa, esa devastadora bola de mierda no se debe a ningún singular y excepcional trauma, de esos que solo le ocurren a uno entre mil. Toda esa mierda se debe a conflictos habituales con los que tarde o temprano cualquiera ha de enfrentarse. Desengaños, traiciones, fracasos, frustraciones, golpes bajos... Suena deprimente, lo sé. Pues vuelve a leer de nuevo la frase anterior. Cualquiera. Sí, cualquiera.

Cualquiera. Y tú también, tarde o temprano, sentirás dentro de tí lo mismo que siento yo. Lo único que nos diferencia es que yo fui prematura en aquello de sufrir. Siempre he sido prematura en todo. Pero eso no quita que tu maravilloso mundo de luz y color vaya a oscurecerse algún día. Solo, espera.

Y, ¿sabes qué? Sufrirás y pasará. Pero ahí quedará para siempre el residuo del dolor, la sangre coagulada, la felicidad podrida. Ambos, tú y yo, la Don Nadie, nos pareceremos en algo.

Pero, volviendo al tema que nos ocupaba, la diferencia seguirá radicando en que, como suele ocurrir con nosotros, los escritores, los mayores mentirosos de la historia y del mundo natural, y en general con todos los artistas, yo tengo el poder de convertir la mierda en oro. Deleitar a otros con ella, hacer que se la traguen enterita sin saber siquiera lo que es, a lo que se debe, y encima hacer que me den las gracias, que me aclamen, que me digan "continúa, continúa" con sus bocas repletas de ella, sus trajes manchados de mi inmundicia.

Puede que sigas considerándome una Don Nadie. Puede que sigas creyendo que el arte efímero y vulgar del que alardeo no tiene cabida en un mundo como este. Pero has de saber, ante todo, que mi arte se debe a mi sufrimiento. Ambos sufriremos. Tú, yo, y todos los que piensan como tú, sufriremos.

Pero yo, y eso es una ventaja que vosotros nunca tendréis, sacaré provecho de ello.

Damas y caballeros, bienvenidos a la gran mascarada del mundo.